La técnica bumping no deja prácticamente evidencia alguna de su utilización. Para empezar, el cilindro no sufre rotura. Y respecto a las señales que puede dejar en los pitones, hay que aclarar que difícilmente pueden detectarse a simple vista; sólo se aprecian a través de microscopio. La razón de todo ello es bastante lógica: la inserción de una llave bump no difiere demasiado de la de una llave normal. Por lo tanto, a excepción de mínimas mellas o deformaciones causadas por los impactos, es sensato asumir que, si se toman las precauciones adecuadas, el método bumping no deja rastro relevante alguno.

Esta circunstancia ha propiciado que, en algunos países europeos, las aseguradoras no den cobertura a viviendas robadas por esta técnica, alegando la falta de agresión o rotura de sus elementos de acceso. Aunque también es cierto que con frecuencia la cobertura de la póliza contratada (en la que se enumeran los elementos de seguridad) queda sin efecto porque el cilindro manipulado no es de seguridad.